sin rastros ni facciones,
me dividiría en dos partes,
la que se muere por vivir
y la que vive para morir.
Y sin embargo,
el tiempo pasaría como si nada,
aquí sucede el silencio y el grito,
aquí en mi casa vacía,
en el otoño aguerrido,
el puente de mis pares,
que miran sorprendidos,
¿cómo es que se detiene?
y estoy inmóvil,
mientras todo pasa
y yo sucedo,
en silencio, como si nada.
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