en el silencio que trae tu nombre
a devolverte mi sentido,
el tacto resquebrajado por caricias,
la voz disonante,
la eterna duda en mis ojos,
y el olor tempranero de tu piel.
Pasaba por aqui
con las manos vacías,
con el cuerpo enclaustrado,
mi corazón es un yunque
mi alma un retazo,
no tengo otra misión
que recoger mis pedazos.
Pasaba por aqui,
con la conciencia cansada
con la garganta temblando,
arrastrando los pies,
marcando con migajas
pues el camino de vuelta
no lo aprendí jamás.
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