Dime tú a mi, ¿a qué se presta el deseo?
Cuando no es tomado, cuando es indecente,
cuando lo guarda en el bolsillo trasero de un pantalón
Y se esconde como un niño entre mis piernas,
entre mis dedos mojados.
¿Cómo me resguardo de mis temores razonables?
Me desvisto en el espejo, me miro firmemente
y mi piel es una leyenda y un cofre y una caricia ausente.
¿Qué me callo cuando beso su frente?
Cuando entre respiros difusos y marcas de uñas
me arrepiento de no vivir plenamente.
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