domingo, 13 de agosto de 2017

Ocurrencias cotidianas

No nací para vivir,
me pesó la vida desde muy joven
me retó el entendimiento al camino,
las sulfatadas lágrimas de Dios
y su inmensa ironía,
que difícil fue contrabandear alegría
y cargarme de luz
cuando siempre he sido un puñado
de desgastada memoria
y un largo y roto destino.

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