jueves, 2 de abril de 2020

Viejo

La resistencia indiscreta de mis miedos viejos,
producidos y construidos en la infancia,
casualmente rota, inminentemente rota,
infectada de traumas de adultos,
insufrible odio que no fragua ni con llanto,
al fin y al cabo los niños olvidan, repiten,
pero nos convertimos en un vaivén 
de antiguos errores y costumbres corruptas.

La sociedad intentó domesticar las consecuencias,
a golpe de puño en el pecho,
a golpe de grito en el alma,
tus miedos en el mundo, nada valen,
eres un muñeco invisible, un retazo de tela,
una figura repetida que no vale la pena
y la pena te hace caer
nadie la entiende, solo tu hermano.